lo que yo leo

Un blog sin pretensiones, sobre reseñas literarias para leer en 10 minutos; contiene comentarios sobre libros, recomendaciones, divagaciones y toda clase de digestiones literarias que un lector compulsivo ha aderezado a su gusto. Por supuesto, abierto a colaboraciones y opiniones. Casi es obligatorio equivocarse aunque, evidentemente, yo soy yo y tú, eres tú, por supuesto; pero ni yo soy tú ni tú eres yo, por lo tanto, todo lo que escribas es tu responsabilidad: cada uno es dueño de sus palabras y de sus silencios, sin embargo, tu libertad no te permite escribir nada ilegal o degradante para otros como tú y como yo. Es por eso que, al menos ese SILENCIO sí impera en este blog.


Deja un comentario

«un mundo de ayer. memorias de un europeo», de stefan zweig: una época que fué, una luz que se apaga.


«En la lengua que había escrito y en la tierra en que mis libros se habían granjeado la amistad de millones de lectores, mi obra literaria fue reducida a cenizas. De manera que ahora soy un ser de ninguna parte, forastero en todas; huésped, en el mejor de los casos. También he perdido a mi patria propiamente dicha, la que había elegido mi corazón, Europa, a partir del momento en que ésta se ha suicidado desgarrándose en dos guerras fratricidas.» S.Z.

El 21 de Febrero de 1941 el escritor austriaco, Stefan Zweig, escribió sus últimas palabras: «Ojalá puedan ver el  amanecer después de esta larga noche. Yo, demasiado impaciente, me voy antes de aquí». Y verdaderamente eran las últimas, por cuanto que días después fue encontrado muerto, junto con su segunda esposa, Lotte, víctima de un último acto de desesperación, su suicidio.

Su impaciencia le llevó a tomar una drástica decisión. Su impaciencia y su pesimismo ante el avance irrefrenable del ejército alemán, que amenazaba con instaurar en Europa un “Reich de mil años” y así hacer desaparecer todo vestigio de una cultura europea, optimista, tolerante, diversa y activa, que moldeó su persona y su carácter, que tanto le dio al escritor vienes y a la que supo corresponder con la totalidad de su obra.

Esta autobiografía, es más bien una biografía intelectual por cuanto que relata la trayectoria pública del escritor, sus años de formación, sus relaciones con artistas e intelectuales: músicos, poetas, novelistas y dramaturgos, eludiendo toda mención a sus relaciones privadas y personales, su familia, su vida y sentimientos íntimos. Es a la vez una disección sociológica de la sociedad europea anterior a la I Guerra Mundial y del periodo de entreguerras, la época de esplendor y decadencia del Imperio Austro-Hungaro.

Testigo de un mundo que ya fue y no será ya jamás, legó a la posteridad este libro triste y nostálgico. Su título, “un mundo de ayer” es bastante significativo respecto del tono general de la obra, el repaso a una vida, el repaso a un mundo pasado, el relato de “los años irrecuperables” de “nuestra generación”, -que esos fueron los títulos inicialmente pensados por Zweig junto con “Europa fue mi vida”-.

El subtítulo, “memorias de un europeo” refleja el sentimiento de pertenencia de Zweig a una cultura supranacional más que a una patria o nación concreta. El desarraigo que le otorgaba su ascendencia judía fue accidental, como él mismo relata; pero su voluntad cosmopolita y paneuropea fue consciente, al igual que la férrea defensa de su individualidad en un mundo obligado a tomar partido entre los dos grandes imperios en guerra. Stefan Zweig se niega a sumarse a la euforia belicista y opta por el exilio y la beligerancia a favor de la paz, a favor del sentimiento nacional europeo, a favor de la universalidad de la cultura.

Tres cosas destacarían en esta obra. En primer lugar, el permanente sentimiento de desolación que rezuma al relatar sus vivencias en contraste con la expresión declarada de optimismo vital que parecía animar su actividad intelectual. Igualmente destaca su privilegiada situación personal lo material –hijo de una acomodada familia judía que le concedió total libertad para orientar su formación de un modo autodidacta y que le posibilitó viajar por todo el mundo sin apenas sufrir estrecheces económicas. Por último, especialmente, es de interés su contacto, a veces de íntima amistad, con las grandes personalidades intelectuales y culturales de su época: Rilke, Verhaeren, Rolland, Rodin, Bazalgette, Strauss, Pirandello, Freud, Bernard Shaw, H.G. Wells, Einstein, Thomas Mann, Joseph Roth, James Joyce, Proust, e incluso Dalí, sobre las cuales desgrana anécdotas y comentarios de sus encuentros, junto con esa aguda capacidad  de penetrar en los caracteres y ofrecernos un bosquejo psicológico de cada uno de ellos.

Creo que es una obra esencial en cuanto a su calidad y amenidad de su relato. Y también respecto de su carácter ejemplarizante y descriptivo, al retratar certeramente un mundo que pudo ser nuestra herencia pero que el desastre de ambas guerras mundiales desbarató y nos hurtó para siempre. Ese mundo en transición entre la época del esplendor, optimismo y seguridad del finales del siglo XIX y nuestro mundo individualista, fragmentado y huérfano de valores universales.

Un saludo. 

 

Stefan Zweig, escritor austriaco, biógrafo, dramaturgo, traductor y novelista nacido en Viena en 1881 y fallecido en Petrópolis, Brasil, el  22 de febrero de 1942. De una familia acomodada, eligió una formación autodidacta y cosmopolita, visitando Europa (Berlín, Paris, Londres,) América (New York, Boston, Filadelfia, Baltimore) y Africa e India.

Durante la I Guerra Mundial destacó por su postura antibelicistas y su negativa a condenar a cualquiera de los dos bando enfrentados. Durante los prolegómenos de la II Guerra Mundial inició un largo exilio del que nunca regresaría.

Su obra se caracteriza por una gran profundidad psicológica de los personajes, tanto en novelas como obras teatrales o biografías, animadas por un espíritu de tolerancia y defensa de la libertad individual frente a la imposición ideológica o restricción cultural nacionalista.

Bibliografía escogida

Teatro: Thersite, 1907; Jeremias, 1916. Ficción: Carta de una desconocida, 1927; Veinticuatro horas en la vida de una mujer, 1929; Novela de ajedrez, 1941. Biografías: Fouché, el genio tenebroso, 1929; Americo Vespucio. La historia de un error histórico, 1931; María Antonieta, 1932; María Estuardo, 1934; Erasmo de Rotterdam, 1934; Tres Maestros: Balzac, Dickens, Dostoievski.; Castellio contra Calvino, Conciencia contra Violencia. Autobiografía: El mundo de ayer, publicado tras su muerte.

SINOPSIS EDITORIAL: El mundo de ayer es uno de los más conmovedores y atractivos testimonios de nuestro pasado reciente, escrito además con mano maestra por un europeo empapado de civilización y nostalgia por un mundo, el suyo, que se iba desintegrando a pasos agigantados. Escritor extraordinariamente popular y testigo de excepción de los cambios que convulsionaron la Europa del siglo XX entre las dos guerras mundiales, Zweig recuerda, desposeído y en tierra extraña, en unas circunstancias personales de insospechado dramatismo, los momentos fundamentales de su vida, paralela en mucho a la desmembración de aquella Europa central que se quería más libre y segura, al abrigo de la locura y la tormenta. El resultado es un libro capital, uno de los mejores de Zweig y referencia inexcusable para entender los desvaríos de un siglo devastador.

 Portada El mundo de ayer

  • Colección: El Acantilado, 44
  • Traducción: J. Fontcuberta  y A. Orzeszek
  • ISBN: 978-84-95359-49-0
  • Nº de edición: 20ª
  • Formato: 13×21 cm
  • Páginas: 552


Deja un comentario

«tiempos modernos» -ensayo- de paul johnson: ¿condenados a repetirla?


“La gran tentación del colonialismo, el gusano que anidaba en la manzana del mercado libre, era el deseo de realizar actividades de ingeniería social.” P.J.

Ahora que estamos a punto de iniciar el nuevo año 2014, pronto cambiará de sentido la expresión “el año 14”, aunque previsiblemente vuelva a tener el la vigencia de antaño, previsiblemente por el cercano cumplimiento del centenario de la Gran Guerra, que presagia un torrente de libros más o menos afortunados, más o menos oportunistas, sobre la Primera Guerra Mundial y el año 1914.

Ciertamente, aquel año y aquella guerra marcaron el fin de la era decimonónica y el inicio del siglo XX. Aunque cronológicamente el calendario ya había cambiado, sociológica y políticamente el salto cualitativo desde siglo anterior al nuevo siglo se produjo al final del desastre mundial.

Para el historiador Paul Johnson el mundo moderno comenzó el 2 de Marzo de 1919 con la confirmación empírica de la teoría de la relatividad formulada por Einstein, mediante la toma de fotografías simultáneas de un eclipse solar en la isla del Príncipe, frente al África Occidental, y en Sobral, Brasil, corroborando así la superación de la física newtoniana, e iniciando “un mundo relativista” en el que la banalización del término (que horrorizó al propio Einstein) dio lugar a la supremacía del relativismo moral como justificación del totalitarismo. A partir de la teoría de la relatividad se desdibujó el concepto del absoluto y, pese a la confusión entre relatividad y relativismo, el mundo moderno asimiló erróneamente que no había nada absoluto, que todo era relativo. A partir de esa concepción del mundo, éste no volvió a ser el mismo.

Puestos a elegir, sin ánimo de ser pretencioso, para mí el inicio de la época moderna, del nuevo siglo XX, pudo estar al inicio de la Gran Guerra, o la I Guerra Mundial, como se la llamó posteriormente, pasada la catastrófica experiencia, nuevamente, de la II Guerra Mundial.

Si cada época suele ser categorizada y etiquetada con un nombre, una mención definitoria de fácil asimilación y muy útil para resumir en una frase la concepción de todo un siglo, al igual que el s. XVIII fue el siglo del Racionalismo y la Ilustración; el s. XIX el de la Industrialización y el Colonialismo, el s. XX. fue el siglo de la Guerra y el Totalitarismo, aunque también de la descolonización, de las libertades individuales, o de la Era Informática.

De verdad que todo un siglo nos ofrece muchos material de análisis y estudio pero, principalmente el siglo XX se caracteriza por el carácter global de los conflictos armados: se inicia con una guerra mundial y finaliza igualmente con una guerra abierta, esta vez en el mundo subdesarrollado, pero con implicaciones internacionales. Según Wikipedia, las guerras del siglo XX fueron las siguientes: Guerras de los Bóeres (1899-1902), Guerra de los Mil Días (1899-1903), Guerra ruso-japonesa (1904-1905), Revolución mexicana (1910-1917), Guerra del Rif (1911-1927), Guerras de los Balcanes (1912-1913), Primera Guerra Mundial (1914-1918), Revolución rusa (1917-1921), Genocidio armenio en Armenia (1915-1923), Revolución de Noviembre en Alemania (1918-1919), Guerra civil china (1927-1950), Matanza de San Valentín (1929), Guerra colombo-peruana (1932-1933), Guerra del Chaco (1932-1935), Guerra Civil Española (1936-1939), Guerra peruano-ecuatoriana (1941-1942), Segunda Guerra Sino-Japonesa (1937-1945), Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Guerra Fría (1945-1991), Guerra de Indochina (1946-1954), Primera guerra árabe-israelí (1948), Guerra de Corea (1950-1953), Guerra de Argelia (1954-1962), Primera guerra civil sudanesa (1955-1972), Guerra de Suez (1956), Guerra de Sidi Ifni (1957-1958), Revolución cubana (1956-1959), Crisis del Congo (1960-1965), Guerra civil de Guatemala (1960-1996), Conflicto armado colombiano (1964-presente), Guerra de Vietnam (1965-1975), Guerra de los Seis Días (1967), Guerra Cristera México (1926 -1929), Guerra civil nigeriana (1967-1970), Guerra de Yom Kipur (1973), Genocidio camboyano (1975 – 1979), Revolución Sandinista (1979 – 1990), Guerra civil libanesa (1975-1989), Guerra de Afganistán (1978-1992), Guerra Irán Irak (1980-1988), Guerra Civil de El Salvador (1980-1992), Conflicto armado interno en el Perú (1980-2000), Guerra de las Malvinas (1982), Segunda guerra civil sudanesa (1983-2005), Guerra del Golfo (1990-1991), Guerra Civil Argelina (1991-2002), Guerras yugoslavas (1991-2001), Guerra civil en Sierra Leona (1991-2002), Guerra de los Diez Días (1991), Guerra Croata de Independencia (1991-1995), Guerra de Bosnia (1992-1995), Guerra de Kosovo (1999), Genocidio ruandés (1994), Genocidio congoleño (1994-2002), Guerra del Cenepa (1995), Primera guerra chechena (1994-1996), Primera guerra del Congo (1996-1997), Guerra civil nepalesa (1996-2006), Segunda Guerra del Congo (1998-2003), Conflicto de Ituri (1999-2006), Guerra entre Etiopía y Eritrea (1998-2000), Segunda guerra chechena (1999-2006).

Por supuesto, Johnson no relaciona en su libro todos y cada uno de estos conflictos, ni siquiera trata sobre los logros intelectuales, artísticos o culturales del siglo (al modo de la magnífica obra del historiador Peter Watson) sino que se limita a ofrecernos un recorrido somero sobre los puntuales acontecimientos histórico-políticos del siglo; las causas de la Primera Guerra Mundial; el surgimiento del régimen bolchevique en de 1917; el desencadenante de la Segunda Guerra Mundial; la dramática posguerra y el Nuevo Orden Mundial; la Guerra Fría y el juego de las potencias vencedoras; los últimos estertores del colonialismo; el papel incoherente, ambiguo y partidario de la ONU; los orígenes del conflicto en Oriente Medio; etc. A través de sus protagonistas, sus actuaciones y decisiones, va desgranando los distintos hitos históricos.

Destaca, entre muchas de sus ideas, la importancia que otorga el autor a la voluntad individual de los distintos dirigentes políticos, lo que llama la apoteosis de la autocracia individual, en que las masas depositaron todo el poder y capacidad de decisión con ciega obediencia a sobre sus dirigentes, Lenin, Hitler, Stalin o Mao, quienes guiaron el rumbo de sus respectivos países condicionados por sus propios prejuicios, fobias y ambiciones.

Pese a las críticas recibidas por este autor, significado políticamente dentro de una orientación conservadora, este libro es un buen compendio de la historia del siglo. Con un lenguaje claro u sencillo y un análisis certero y esencial. Un saludo.

PAUL JOHNSON (fuente Wikipedia), escritor, historiador y periodista británico, nacido en 1928, estudió historia en la Universidad de Oxford. Trabajó como asistente de edición en la revista parisina “Realités” entre 1952-1955. Fue corresponsal en Francia del periódico New Statesman donde fue editor en 1970. Desde 1981 escribe una columna en la revista The Spectator y también colabora, periódicamente, con Forbes y National Review. En 2006 recibió la Presidential Medal of Freedom, el máximo galardón civil de los Estados Unidos. Su bibliografía es amplia: (1997). La búsqueda de Dios; Creadores: de Chaucer y Durero […] a Picasso y Disney; (2004). Estados Unidos: la historia; (2006). La historia de los judíos.; (2004). Historia del cristianismo. (1992). El nacimiento del mundo moderno ‘1815-1830’; (2001). El Renacimiento. (2007). Tiempos modernos.; (2008). Intelectuales.; (2009). Héroes.; (2012). Humoristas.

INDICE:
1.- Un mundo relativista
2.- Las primeras utopía distópicas
3.- Esperando a Hitler
4.- Decadencia de la legitimidad
5.- Una teocracia infernal, un caos celestial
6.- La última arcadia
7.- el derrumbe
8.- Los demonios
9.- El momento culminante de la agresión
10.- El fin de la vieja Europa
11.- El año decisivo
12.- Superpoder y genocidio
13.- La paz a través del terror
14.- La generación de Bandung
15.- Los reinos de Calibán
16.- Experimentos con la mitad de la humanidad
17.- El lázaro europeo
18.- El intento de suicidio de Estados Unidos
19.- Los años setenta, una década colectivista
20.- La recuperación de la libertad

  • Título original: A History of the Modern World
  • Traducción: Aníbal Leal
  • © 1983 Paul Johnson
  • © 2000 Ediciones B Argentina, S.A.,
  • para el sello de Javier Vergara Editor
  • ISBN: 950-15-2093-5