«Pese a su nombre, en Falls End, el «Final de las Cascadas», no había cascadas, y lo único que tenía su final allí era, en esencia, la civilización, la ambición y, en último extremo, la vida. Sensatamente, los padres fundadores del pueblo habían decidido que, incluso en su primera encarnación, un nombre como Fin de la Civilización, o Fin de la Ambición, o Fin del Mundo, quizás hubiera truncado las posibilidades de progreso de la comunidad, y por tanto se buscó una identidad alternativa» J.C.
«Siguió adelante, pasando con cuidado entre las torcidas lápidas, y llegó a la cruz. Se apoyó con una mano en ella para recobrar el aliento y de pronto la retiró, como si fuera una columna de metal al rojo vivo. Retrocedió tres pasos y miró la cruz de arriba abajo, luego alzó la mano lentamente y la apoyó de nuevo en la piedra. No se había equivocado. La cruz vibraba. Casi podía oír el zumbido.» J.C.
Recientemente se ha publicado “la ira de los ángeles”, la última novela de John Connolly protagonizada por su detective Charlie Parker; creo que es la número doce de la serie. Tiempo atrás se publicó igualmente la novela “los malvados”, la cual no puede decirse que entre dentro de la serie del detective Parker, si bien se le cita en alguna que otra ocasión, y tiene una fugaz aparición, casi como un “cameo” cinematográfico. Ambas obras las he leído sucesivamente y en esta entrada me propongo reseñarlas conjuntamente.
En este mismo blog he reseñado con anterioridad otras novelas de John Connolly , concretamente la primera de la serie “todo lo que muere”, sin duda la mejor, y la novela “cuervos”. En ésta última reseña hacía mención especial a mi sensación de que el filón de la creatividad se estaba agotando (no así el filón comercial del autor) y que apreciaba una tendencia a tratar al personaje de Parker como un reclamo, más un producto comercial que como un producto literario.
Ambas novelas me han gustado, son dos novelas correctas, entretenidas, con una trama bien definida, sin incoherencias internas y con un adecuado tratamiento de los personajes. Consideradas individualmente, con elusión del contexto de su autor y el resto de novelas de la serie, podría decir que son dos buenas novelas.
Sin embargo, tal capacidad de abstracción es imposible. El propio autor, con su trayectoria literaria, genera una serie de expectativas que todo lector consciente busca satisfacer. Y el resultado de estas dos novelas no llega a satisfacer plenamente, rebajando su categoría, su nivel de aceptación.
Creo que estas dos obras son dos novelas de Parker, sólo que la una tiene a Parker como protagonista y la otra no deja de ser una novela de Parker pero sin Parker, quizás un intento del autor de explorar nuevos campos temáticos, de ofrecer nuevos protagonistas, aunque dentro de ese ambiente de misterio sobrenatural que envuelve todas las novelas de la serie.
Vengo detectando en las últimas obras de John Connolly un agotamiento creativo. Las tramas ya no sorprenden como antes, los personajes ya han dado casi todo de sí, Parker parece redundante y Connolly no ceja en su intento de acumular cliches autoreferenciales para reforzar la estructura interna de su novela. En el caso de “la ira de los ángeles” hace uso de ciertos personajes “fijos” para satisfacer a su público lector, pero que no aportan nada a la trama aunque sí al “ambiente” de la novela, al “copyright” del autor: aparecen los hermanos Fulci, o la propia esposa de Parker, ofreciéndonos los tópicos habituales sobre ellos. Lo mismo ocurre con la peculiar interacción entre los personajes Louis y Angel, reiteración de las otras novelas, sin ningún aporte novedoso sino la típica representación de su papel.
Con la novela “los malvados” hace exactamente lo mismo sólo que esta vez, el personaje que se pasea por alguna de las escenas, un poco lejano y sin una intervención real, es el propio Parker, como un guiño metaliterario a su propia producción. Por lo demás, también aquí aparece el elemento sobrenatural, en un progresivo “in crescendo” que Connolly sabe desarrollar muy bien y que, al final, ayuda al final (no digo más).
A pesar de todo, son dos buenas novelas, ideales para soportar a la sombra los rigores del calor veraniego, son entretenidas, adictivas, interesantes y buenas novelas de evasión. Un saludo
- TITULO: LA IRA DE LOS ANGELES
- Editor: Tusquets
- 432 páginas
- Traductor: Carlos Milla Soler
- ISBN 9788483838945
SINOPSIS DE LA IRA DE LOS ANGELES
En las profundidades de los bosques de Maine se descubren los restos de un avión siniestrado. No hay cadáveres. Nunca se informó de la desaparición de dicho avión. Pero hombres de toda laya lo buscan desde hace mucho, mucho tiempo, pues, al parecer, los restos del aparato esconden algo crucial. Eso atrae al detective privado Charlie Parker, un hombre que conoce bien la naturaleza del Mal que intenta imponerse en el mundo. También capta la atención de otros: una mujer hermosa, de cara marcada, con afición a matar; un niño taciturno que recuerda su propia muerte; y el asesino en serie conocido como el Coleccionista, que busca nuevas víctimas para sus sacrificios. Pero a medida que las fuerzas rivales se abaten sobre el lugar, el bosque se prepara para recibirlos, ya que en su espesura oculta un secreto: algo sobrevivió al accidente. Y está esperando
- TITULO: LOS MALVADOS
- Editor: Tusquets
- 392 páginas
- ISBN: 978-84-8383-465-7
- Traductor: Juan Manuel Salmerón Arjona
- País edición: España
SINOPSIS DE LOS MALVADOS:
En el remoto año de 1693, los colonos de una pequeña isla de Maine —llamada no por casualidad Santuario— fueron exterminados por unos asesinos armados de mosquetes y cuchillos. Desde entonces, la isla se ha repoblado y ha disfrutado de trescientos años de paz. Hasta ahora. Porque una banda de criminales se dirige hacia allí en busca de la mujer que traicionó al cabecilla de todos ellos y lo envió a la cárcel. En su camino sólo se interponen dos personas: Sharon Macy, una agente de policía novata, aunque decidida, y el jefe de policía de la isla, un hombre gigantesco, extraño y taciturno conocido con el nombre de Joe Dupree, alias Melancolía. Pero Dupree no es un hombre cualquiera. Es el guardián de todos los secretos que alberga la isla: sabe que Santuario vio correr sangre inocente en el pasado y que no tolerará una nueva matanza. En Santuario, el mal encontrará quien le plante cara.