lo que yo leo

Un blog sin pretensiones, sobre reseñas literarias para leer en 10 minutos; contiene comentarios sobre libros, recomendaciones, divagaciones y toda clase de digestiones literarias que un lector compulsivo ha aderezado a su gusto. Por supuesto, abierto a colaboraciones y opiniones. Casi es obligatorio equivocarse aunque, evidentemente, yo soy yo y tú, eres tú, por supuesto; pero ni yo soy tú ni tú eres yo, por lo tanto, todo lo que escribas es tu responsabilidad: cada uno es dueño de sus palabras y de sus silencios, sin embargo, tu libertad no te permite escribir nada ilegal o degradante para otros como tú y como yo. Es por eso que, al menos ese SILENCIO sí impera en este blog.


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«tantos tontos tópicos» de Aurelio Arteta o los andamios de la estupidez


«–No más refranes, Sancho, pues cualquiera de los que has dicho basta para dar a entender tu pensamiento; y muchas veces te he aconsejado que no seas tan pródigo en refranes y que te vayas a la mano en decirlos; pero paréceme que es predicar en desierto, y «castígame mi madre, y yo trómpogelas». Miguel de Cervantes

Aurelio Arteta como filósofo y catedrático de Filosofía Moral y Política de la U.P.V. ha elaborado una fecunda obra académica que me resulta excesivamente difícil de digerir (sobre todo cuando se come sin ganas), y es que Marx y su problemática ontológica me resulta complicado de entender y se aleja mucho de mis inquietudes intelectuales y de mis gustos literarios.

Sin embargo, ha publicado el libro objeto de reseña, «tantos tontos tópicos», el cual atrajo inmediatamente mi atención, no en vano una de mis frases favoritas es «hay más tontos que ventanas». Paseamos por la vida sin percatarnos de la realidad que nos circunda; el autor nos pone de manifiesto en su prólogo cómo la pereza intelectual y la necesidad de socializarnos echa mano de los tópicos y las frases hechas para discurrir (dicho con doble significado) por una vía acomodaticia y fácil, sin crítica alguna, sin análisis, sin objetividad.

Aurelio Arteta desmonta nuestra sociedad actual, la desmenuza y abate con su prosa filosa los árboles que no nos dejan ver el bosque. Estructurado en dos partes, el libro acomete el análisis de nuestra moral individual, (esa de andar por casa y que, la mayoría de las veces, allí debería quedarse) así como nuestra moral política. La ética y la política, bien diferenciadas.

La enumeración de los distintos tópicos es bastante exhaustiva y, verdaderamente, son unos tópicos típicos. El filósofo los disecciona y pone de manifiesto sus endebles estructuras su carencia de rigor, de sentido y significado.

El pensamiento precede al acto y muchas veces la palabra conforma y condiciona el pensamiento, pues no dejamos de «pensar» palabras y esas palabras construyen frases que, encadenadas, ensambladas, forman los raíles por donde discurre nuestra lógica.

Si acomodamos nuestro pensamiento a estructuras ya preconcebidas, sin un mínimo pensamiento crítico, nuestras capacidades dejan de ser nuestras para convertirse en vehículo de ideas y creencias ajenas que nos limitamos a transmitir sin rigor crítico alguno, perpetuando indolentemente el prejuicio y el tópico (y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra).

Lo cierto es que he disfrutado mucho más con la primera parte del libro quizás porque al ser más general, es más accesible y más reconocible en nuestra vida cotidiana. La segunda parte, por el contrario, es más específica, más referida a la política y, por ello, parece más el diagnóstico de un mal ajeno.

Es este un libro muy recomendable que puede incomodarnos y hacernos sonrojar. Y si no, ¿podemos decir que nunca hemos abusado de estos lugares comunes?:

“Eres un moralista. Déjate de filosofías. Sé tú mismo. Es una persona muy normal. Mi cuerpo es mío (y hago con él lo que quiero). No siento miedo, sino sólo respeto. Eso es muy relativo. Nadie es más que nadie. Respeto sus ideas, pero no las comparto. Seamos tolerantes. No debemos juzgar a nadie. Todos tenemos alguna parte de verdad. Todos harían lo mismo.

 “Una cosa es la teoría y otra la práctica. La política es asunto de los políticos. Los sentimientos políticos son intocables. Conservemos las tradiciones. Desapruebo lo que dices, pero defiendo tu derecho a decirlo. El problema es muy complejo. Estoy en mi perfecto derecho. Todas las opiniones son respetables. Somos mayoría, y punto.

¿A que sí?

Un saludo.

SINOPSIS EDITORIAL: La filosofía práctica no está hecha para predicar en el vacío, sino para guiar nuestra conducta privada y pública. Como una vía de acercar esa reflexión a la gente, Aurelio Arteta nos propone reunir estos tópicos tan familiares a fin de escudriñar sus flacos fundamentos y efectos perversos. Ellos delatan las creencias dominantes, los grandes prejuicios colectivos. Tantos tontos tópicos recoge desde las excusas más socorridas de la irresponsabilidad y la pereza hasta la retórica ordinaria sobre la violencia o la democracia.Son estos comodines del lenguaje ordinario los que nos aportan la seguridad de que no estamos solos

AURELIO ARTETA AISA: Catedrático  Universitario, filósofo y escritor nacido en Sangüesa, Navarra,  el año 1945. Es Doctor en Filosofía y licenciado en Sociología. ha ejercido como Catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad del País Vasco hasta 2015. 

Editorial Planeta
Colección Ariel
240 páginas
ISBN: 978-84-344-7064-4