lo que yo leo

Un blog sin pretensiones, sobre reseñas literarias para leer en 10 minutos; contiene comentarios sobre libros, recomendaciones, divagaciones y toda clase de digestiones literarias que un lector compulsivo ha aderezado a su gusto. Por supuesto, abierto a colaboraciones y opiniones. Casi es obligatorio equivocarse aunque, evidentemente, yo soy yo y tú, eres tú, por supuesto; pero ni yo soy tú ni tú eres yo, por lo tanto, todo lo que escribas es tu responsabilidad: cada uno es dueño de sus palabras y de sus silencios, sin embargo, tu libertad no te permite escribir nada ilegal o degradante para otros como tú y como yo. Es por eso que, al menos ese SILENCIO sí impera en este blog.


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«la mirada de las furias» de Javier Negrete: la soledad es el peaje de ser excepcional; la redención, si se alcanza, siempre es el final.


«¿Porqué lo había hecho? Porque podía hacerlo. No existe lo que se debe y no se debe hacer: sólo lo que se puede o no se puede hacer. J.N

Con un innegable esfuerzo didáctico (para quien sepa o quiera aprovecharlo), el autor, profesor de griego, nos explica quienes fueron las Furias (denominación latina) o  Erinias (denominación griega) en la cita inicial de su novela:

«Divinidades nacidas de las gotas de la sangre con las que se impregnó la tierra cuando Crono mutiló los genitales de su padre Urano. […] Vivñían en la tiniebla del Infierno, el Erebo, y su misión era la venganza del crímmen. […] suus nombres eran Tisífone (la vengadora), Megera (la que odia) y Alecto (el olvido de la nada)»

Durante toda la novela salpica igualmente  el relato con referencias más o menos explícitas a la mitología griega clásica, con citas literales, guiños cultistas, etimologías, perífrasis y sobre todo los nombres de algunos personajes y ciudades, lo que a veces llegan a cansar un poco al lector porque se aleja de la trama de la novela, ya de por sí interesante y entretenida, sin que merezca tanto el empeño en justificar el título con la aparición fugaz de unos sueños del protagonista y su condición de antiguo profesor de griego.

Acaso exista una lección ética en la novela, enmascarada en su argumento, como debe hacer toda novela que pretenda serlo, y una reflexión sobre la responsabilidad y la culpa que las furias se encargarán de hacer pagar y también sobre la ética del poder o el poder que define la ética, la conforma, la moldea y modela.

Esta novela no es una obra tan extraordinaria como LOS SEÑORES DEL OLIMPO, ya reseñada en este blog: Permalink (perdón por la autocita) pero es una novela  entretenida y bastante aceptable cuya lectura no es una pérdida de tiempo.

El argumento, dentro del género de la ciencia ficción, se sitúa en un futuro lejano de la humanidad, en un pequeño planeta penitenciario donde es enviado el protagonista, un hombre alterado genéticamente al que se le ha dotado de facultades sobrehumanas y se le ha privado de todo sentimiento que obstaculice su objetivo: realizar el trabajo sucio que le encomiende la corporación empresarial que le «posee». Es un James Bond moderno inmerso en un conflicto intergaláctico con potencias alienígenas, una chica buena por medio, una chica «muy buena» por medio y una chica mala, muy mala. Tiros, intriga, algo de instrucción en la filología y mitología griega.

Un saludo


Año de publicación: Mayo 1997
Editorial: Ediciones B
Colección: Nova Ciencia Ficción
ISBN: 978-84-406-7363-3

RESEÑA