“Estas concepciones se convirtieron en los fundamentos de la independencia europea debido, especialmente, a que en el siglo XVII el término “propiedad” llegó a abrcar no solamente las posesiones físicas de las personas sino también la posesión de sus vidas y su libertad” R.P.
Cuando, en el año de la conmemoración del centenario de la revolución soviética, te preguntan en una entrevista sobre los beneficios que trajo al mundo dicho acontecimiento y tu respuesta es algo así como que “no hubo nada positivo ni grandioso”, “un legado de millones de cadáveres” y “un régimen de terror sin precedentes”, tienes que tener clara tu posición y bién preparado tu argumentario para hacer frente a la avalancha de críticas filoizquierdistas y al rodillo de la intelectualidad bienpensante, políticamente correcta y adalid de una tolerancia unidireccional. Obviamente, sin contar con el abierto contraataque (dialéctico) desde posiciones políticas comunistas. Esta anecdota define claramente al personaje, recientemente fallecido, Richar Pipes. Independientemente de las connotaciones políticas de su trabajo, al parecer existe consenso en que fue un historiador riguroso, especializado en la historia rusa y en la revolución soviética y el comunismo. Su perfil político, muy, muy conservador, (fue consejero de Reagan y asesor de la CIA en época de George W. Bush), no empaña, sin embargo, su valía intelectual y la validez de su trabajo como historiador.
Este ensayo titulado “Propiedad y libertad. Dos conceptos inseparables a lo largo de la historia” hace innecesaria toda reseña acerca de su tesis principal, explicitada en su título. Al igual que esas novelas policiacas en las que su autor revela en las primera páginas quién es el asesino, Richard Pipes, sin ningún género de duda, ya nos muestra desde el inicio quien mató a quién y, casi, el por qué.
Aun cuando el concepto de libertad, no suficientemente entendido -ni explicado-, ha variado a lo largo de la historia del pensamiento humano, hoy en día es unánimente admitido como un pilar fundamental de la esencia del hombre, un derecho “natural” e “innato” y, por supuesto, “fundamental”. No así ha ocurrido con el concepto de propiedad, comunmente etiquetado como “privada” o “pública”, sobre cuyo fundamento ha pivotado, oscilado y pendulado, igualmente la concepción del ser humano como sujeto -u objeto- político, en función de si constituye un derecho o nó, innato o culturalmente construido.
Lo que sí ha logrado el profesor Pipes, de una manera rigurosa y honesta, a mi juicio, es formular la teoría de la íntima correlación entre ambos conceptos, al modo de vasos comunicantes, de tal modo que el uno, con el otro, se encuentran unidos en una relación de interdependencia tal que que la ausencia de cualquiera de ellos -y en especial, el controvertido derecho de propiedad- condiciona gravemente la fortaleza del otro, en este caso el derecho a la libertad.
Empieza el libro en sud dos primeros capítulos, ofreciendo una definición del concepto de propiedad a lo largo de la historia tanto de la idea de la libertad como de la institución en sí. En los dos capítulos siguientes, desarrolla y concreta este concepto en la historia de Inglaterra y Rusia, como ejemplos extremos de la distinta concepción del derecho propiedad y sus consecuencias en términos de protección y desarrollo de la libertad política. El último capítulo contiene un análisis de la propiedad en el siglo XX y los riesgos, según el autor, de que se resienta y altere el equilibro entre ambos derechos por causa de las agresiones del estado del bienestar en la democracia occidental -principalmente la norteamericana.
No me considero, verdaderamente, capacitado para decantarme por una postura u otra, a favor o en contra de la tesis del libro. En todo caso, no para formular y expresar coherentemente mi propia opinión, lo cual sería irresponsable y desafortunado. Mi valoración sobre el libro, eso sí, es muy positiva. Entiendo que el tema a tratar, no estrictamente literario, pudiera ser árido o pesado, pero la redacción del libro -sin duda por la propia traducción de Josefina Diego- es ligera, amena, fácilmente entendible, sin abuso de compleja terminología o conceptos excesivamente técnicos. Este trabajo es muy interesante y muy recomendable. Sirva igualmente mi modesta reseña para rendir homenaje al autor recientemente fallecido. Un saludo.
INDICE
Cap I: La idea de propiedad
Cap II: La institución de la propiedad
Cap III: Inglaterra y el nacimiento de la democracia parlamentaria
Cap IV: La Rusia Patrimonial
CapV: La propiedad en el s. XX
SINOPSIS EDITOIAL: Richard Pipes analiza dos conceptos fundamentales, propiedad y libertad, desde perspectivas históricas y filosóficas. Pipes- profesor de Historia en la Universidad de Harvard y especialista en historia rusa- toma como ejemplo dos naciones que los han entendido de maneras distintas a lo largo de su historia, Inglaterra y Rusia, para revelar los vínculos entre propiedad privada y la noción de libertad como un derecho inherente al ser humano.
Sin embargo, es un análisis que no se limita a cuestiones económicas. es un recorrido complejo y enriquecedor, que destaca por su impecable narrativa, a lo largo de la historia de la lucha del ser humano por hacer valer su individualismo e integrarse plenamente en su sociedad.
BIOGRAFIA: RICHARD PIPES, historiador poláco, de origen judío, nacido en Cieszyn, Silesia, Polonia el 11 de julio de 1923 y fallecido en Cambridge, Massachusetts, E.E.U.U. EL 17 de mayo de 2018). Su especialización en estudios sobre Rusia le favoreción ser director del Russian Research Center de la Universidad de Harvard y miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Ronald Reagan.
Sus obras son, entre otras: The Formation of the Soviet Union: Communism and Nationalism, 1917–1923 (Harvard University Press, 1954); Russia under the Old Regime (Charles Scribner’s Sons, 1974); The Russian Revolution (1990); Communism: The Vanished Specter (1994); Concise History of the Russian Revolution (1995); Three “Whys” of the Russian Revolution (1997); también ha sido editor de The Unknown Lenin: From the Secret Archives (Yale University Press, 1996.
- Nº de páginas: 406 págs.
- Editorial; TURNER
- Traductor: Josefina de Diego
- ISBN: 9788475065038
28 de mayo de 2018 en 1:13
Hola, te saludo desde San Salvador, El Salvador. Llevo leyendo tu blog desde hace mas de dos años y siempre me han parecido muy acertados tus comentarios y tus recomendaciones; actualmente estoy con La Séptima función del lenguaje…gran recomendación, Los Litigantes. Una pregunta: Que opinión te merecen las obras de divulgación científica como Universos ocultos y El Universo para Ulises. Un saludo.
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29 de mayo de 2018 en 18:48
Hola Os, ante todo mucha gracias por tus comentarios y elogios.. Siempre resulta gratificante que aprecien el trabajo de uno.
Contestando a tu pregunta, la verdad es que no soy muy aficionado a la divulgación científica. Los dos libros que me comentas, por lo que he investigado, tienen buena pinta, en especial el de “Universo para Ulises”. No soy muy aficionado a la divulgación científica, puede que porque ese no es mi esfera de interés, pero precisamente por eso es muy buena manera para iniciarse, acudir a libros más generales. Yo te recomendaría a Paul Strathern, que tiene una serie muy variada de libritos sobre los científicos y sus descubrimientos. Por cierto, que también tiene una colección sobre “filósofos en 90 minutos” que es una maravilla para iniciarse.
Una vez más, gracias por tu apoyo. Seguiré en la brecha. Un saludo
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